Mitología griega
La mitología griega es el conjunto de mitos y leyendas pertenecientes a los antiguos griegos que tratan de sus dioses yhéroes,
la naturaleza del mundo, los orígenes y significado de sus propios cultos y prácticas rituales. Formaban parte de la religión de la Antigua Grecia. Los investigadores
modernos recurren a los mitos y los estudian en un intento por arrojar luz
sobre las instituciones religiosas y políticas de la antigua Grecia y su civilización, así como para entender mejor la naturaleza de la propia
creación de los mitos.1
La mitología griega aparece explícitamente en una
extensa colección de relatos e implícitamente en artes figurativas tales como cerámica pintada y ofrendas
votivas. Los mitos griegos intentan explicar los orígenes del mundo
y detallan las vidas y aventuras de una amplia variedad de dioses, héroes y
otras criaturas mitológicas. Estos relatos fueron originalmente difundidos en
una tradición
poética oral, si bien actualmente los mitos se conocen
principalmente gracias a la literatura griega.
Las fuentes literarias más antiguas conocidas, los poemas épicos de la Ilíada y la Odisea, se centran en los sucesos en torno a la Guerra
de Troya. Dos poemas del casi contemporáneo de Homero, Hesíodo, la Teogonía y los Trabajos y días, contienen relatos
sobre la génesis del mundo, la sucesión de gobernantes divinos y épocas humanas
y el origen de las tragedias humanas y las costumbres sacrificiales. También se
conservaron mitos en los himnos
homéricos, en fragmentos de poesía épica del ciclo troyano, en poemas
líricos, en las obras de los dramaturgos del siglo V a. C.,
en escritos de los investigadores y poetas delperíodo
helenístico y en textos de la época del Imperio romano de autores como Plutarco y Pausanias.
Los hallazgos arqueológicos suponen una importante
fuente de detalles sobre la mitología griega, con dioses y héroes presentes
prominentemente en la decoración de muchos objetos. Diseños geométricos sobre
cerámica del siglo VIII a. C. representan escenas del ciclo troyano, así como aventuras de Heracles. En los
subsiguientes periodos arcaico, clásico y helenístico aparecen escenas mitológicas homéricas y de otras varias
fuentes para complementar la evidencia literaria existente.2
La mitología griega ha ejercido una amplia influencia
sobre la cultura, el arte y la literatura de la civilización
occidental y sigue siendo parte del patrimonio y
lenguaje cultural occidentales. Poetas y artistas han hallado inspiración en
ella desde las épocas antiguas hasta la actualidad y han descubierto
significado y relevancia contemporáneos en los temas mitológicos clásicos.3
Fuentes de la mitología griega
La mitología griega se conoce en la actualidad
primordialmente por la literatura griega y por representaciones míticas sobre medios plásticos fechados desde el periodo
geométrico (sobre 900–800 a. C.) en
adelante.4
Fuentes literarias
El poeta romano Virgilio,
representado aquí en el manuscrito del siglo V Vergilius Romanus, conservó detalles de
la mitología griega en muchas de sus obras.
Los relatos míticos juegan un papel importante en casi
todos los géneros de la literatura griega. A pesar de ello, el único manual
general mitográfico conservado de la antigüedad griega fue la Biblioteca mitológica de Pseudo-Apolodoro.
Esta obra intenta reconciliar las historias contradictorias de los poetas y
proporciona un gran resumen de la mitología tradicional griega y las leyendas
heroicas.5 Apolodoro vivió entre c. 180–120 a. C.
y escribió sobre muchos de estos temas, pero sin embargo laBiblioteca discute sucesos que tuvieron lugar mucho después de su muerte, y de ahí el
nombre Pseudo-Apolodoro.
Entre las fuentes literarias más antiguas están los
dos poemas épicos de Homero, la Ilíada y la Odisea. Otros poetas completaron el «ciclo
épico», pero estos poemas menores posteriores se han perdido casi en su
totalidad. Aparte de su nombre tradicional, los himnos
homéricos no tienen relación directa con Homero. Son
himnos corales de la parte más antigua de la llamada época
lírica.6 Hesíodo, un posible
contemporáneo de Homero, ofrece en su Teogonía (‘Origen de los dioses’) el relato más completo de los primeros mitos
griegos, tratando de la creación del mundo, el origen de los dioses, los Titanes y losGigantes, incluyendo
elaboradas genealogías, relatos populares y mitos etiológicos. Los Trabajos y días de Hesíodo, un poema didáctico sobre la
vida agrícola, incluye también los mitos de Prometeo, Pandora y las cuatro edades. El
poeta da consejo sobre la mejor forma de triunfar en un mundo peligroso, vuelto
aún más peligroso por sus dioses.2
Los poetas líricos tomaron a menudo sus temas de los
mitos, pero el tratamiento se fue haciendo cada vez menos narrativo y más
alusivo. Los poetas líricos griegos, incluidos Píndaro, Baquílides y Simónides,
y los bucólicos, como Teócrito y Bión, cuentan
sucesos mitológicos individuales.7 Adicionalmente, los mitos fueron cruciales para el drama ateniense clásico. Los dramaturgos trágicos Esquilo, Sófocles y Eurípides tomaron la mayoría de sus tramas de la edad de los héroes y la Guerra de
Troya. Muchas de las grandes historias trágicas (como Agamenón y sus hijos, Edipo, Jasón, Medea, etcétera) tomaron
su forma clásica en estas obras trágicas. El dramaturgo cómico Aristófanes también usó mitos, en Las aves y Las ranas.6
Los historiadores Heródoto y Diodoro Sículo y los geógrafos Pausanias y Estrabón, que
viajaron por todo el mundo griego y recogieron las historias que oían,
proporcionan numerosos mitos y leyendas locales, dando a menudo versiones
alternativas poco conocidas.7 En particular Heródoto buscó las diversas tradiciones que se le presentaban
y halló las raíces históricas o mitológicas en la confrontación entre Grecia y
el Este,8 9 intentando reconciliar los orígenes y mezclas de distintos conceptos
culturales.
La poesía de las épocas helenística y romana,
aunque compuestas como ejercicios literarios más que culturales. Sin embargo,
contienen muchos detalles importantes que de otra forma se habrían perdido.
Esta categoría incluye las obras de:
§ Los poetas romanos Ovidio, Estacio, Valerio Flaco, Séneca y Virgilio,
con el comentario de Servio.
§ Los poetas griegos del periodo
helenístico Apolonio de Rodas, Calímaco,
Pseudo-Eratóstenes y Partenio.
Las Fabulae y De astronomica del escritor romano conocido como Pseudo-Higino son dos importantes
compendios no poéticos de mitos. Otras dos fuentes útiles son lasImágenes de Filóstrato y las Descripciones de Calístrato.
Finalmente, Arnobio y varios escritores bizantinos proporcionan detalles importantes de mitos,
muchos de ellos procedentes de obras griegas anteriores actualmente perdidas.
Entre estos se incluyen un léxico de Hesiquio, la Suda y los tratados de Juan Tzetzes y Eustacio. El punto de vista moralizador cristiano
sobre los mitos griegos se resume en el dicho ἐν παντὶ μύθῳ καὶ τὸ Δαιδάλου
μύσος en panti muthōi kai to Daidalou musos (‘en todo mito está la profanación de Dédalo’), sobre el que dice la Sudaque alude al papel de Dédalo al satisfacer la «lujuria antinatural» de Pasífae por el toro de Poseidón: «Dado que el origen y culpa de estos males se
atribuyeron a Dédalo y fue odiado por ellos, se convirtió en el objeto del
proverbio.»10
Aquiles matando a un prisionero troyano frente a Caronte en una crátera-cáliz defiguras rojas etrusca hechas sobre finales del siglo IV o principios del III a. C.
El descubrimiento de la civilización micénica por el arqueólogo aficionado alemán Heinrich
Schliemann en el siglo XIX y el de lacivilización
minoica en Creta por el arqueólogo
británico sir Arthur Evans en el XX ayudaron a explicar muchas de las preguntas existentes sobre las épicas de
Homero y proporcionaron evidencias arqueológicas de muchos de los detalles
mitológicos sobre dioses y héroes. Desafortunadamente, la evidencia sobre mitos
y rituales en los yacimientos micénicos y minoicos es completamente monumental,
ya que las inscripciones en lineal B (una forma antigua de griego hallado tanto en Creta como en Grecia) fueron usadas principalmente para
registrar inventarios, si bien los nombres de dioses y héroes han sido
dudosamente revelados.2
Los diseños geométricos sobre cerámica del siglo
VIII a. C. representan escenas del ciclo troyano, así
como las aventuras de Heracles.2 Estas representaciones visuales de los mitos son importantes por dos
razones: por una parte muchos mitos griegos son atestiguados en vasijas antes
que en fuentes literarias (por ejemplo, de los doce trabajos de Heracles solo la aventura deCerbero aparece en un texto literario contemporáneo),11 y por otra las fuentes visuales representan a veces mitos o escenas míticas
que no están recogidas en ninguna fuente literaria conservada. En algunos
casos, la primera representación conocida de un mito en el arte geométrico es
anterior en varios siglos a su primera representación conocida en la poesía
arcaica tardía.4 En los periodos arcaico (c. 750–500 a. C.), clásico (c. 480–323 a. C.)
y helenístico aparecen escenas homéricas y varias otras para complementar las
evidencias literarias existentes.2
[editar]Visión general de la
historia mítica
La mitología griega ha cambiado con el tiempo para
acomodar la evolución de su propia cultura, de la que la mitología es un
índice, tanto expresamente como en sus asunciones implícitas. En las formas
literarias conservadas de la mitología griega, como se hallan al final de los
cambios progresivos, es inherentemente política, como ha señalado Gilbert
Cuthbertson.12
Los primeros habitantes de la Península
Balcánica fueron un pueblo agricultor que, mediante
el animismo,
asignaba un espíritu a cada aspecto de la naturaleza. Finalmente, estos
espíritus vagos asumieron forma humana y entraron en la mitología local como
dioses.13 Cuando las tribus del norte invadieron la península, trajeron con ellos un
nuevo panteón de dioses, basado en la conquista, la fuerza, el valor en la batalla y el
heroísmo violento. Otras deidades más antiguas del mundo agrícola se fusionaron
con las de los más poderosos invasores o bien se atenuaron en la
insignificancia.13
Tras la mitad del periodo arcaico los mitos sobre
relaciones entre dioses y héroes se hicieron más y más frecuentes, indicando un
desarrollo paralelo de la pederastia pedagógica (παιδικός ἔρως paidikos eros), que se cree fue introducida sobre el 630 a. C. Para finales
del siglo V a. C. los poetas había asignado al menos un erómeno(adolescente
que era su compañero sexual) a todos los dioses importantes salvo Ares y a muchos personajes legendarios.14 Los mitos previamente existentes, como el deAquiles y Patroclo,
también fueron reinterpretados bajo una luz pederasta.15 Los poetas alejandrinos primero, y luego más generalmente los mitógrafos
literarios del antiguo Imperio romano, adaptaron a menudo de esta forma
historias de personajes mitológicos griegos.
El logro de la poesía épica fue crear ciclos
históricos, y como resultado desarrollar un sentido de cronología mitológica.
De esta forma la mitología griega se despliega como una fase del desarrollo del
mundo y el hombre.16 Aunque las autocontradicciones de estas historias hacen imposible una línea
temporal absoluta, sí puede discernirse una cronología aproximada. La historia
mitológica del mundo puede dividirse en tres o cuatro grandes periodos:
1. Los mitos de origen o edad de los dioses (teogonías, ‘nacimientos de los dioses’): mitos sobre los orígenes del
mundo, los dioses y la raza humana.
2. La edad en la que hombres y dioses se mezclaban libremente: historias de las
primeras interacciones entre dioses, semidioses y mortales.
3. La edad de los héroes (edad heroica), donde la actividad divina
era más limitada. Las últimas y mayores leyendas heroicas son las de la Guerra de Troya y sus consecuencias (consideradas por
algunos investigadores como un cuarto periodo separado).17
Mientras la edad de los dioses ha sido con frecuencia
más interesante para los estudiosos de la mitología contemporáneos, los autores
griegos de las eras arcaica y clásica tuvieron una clara preferencia por la
edad de los héroes, estableciendo una cronología y registrando los logros
humanos con los que responder las preguntas sobre cómo el mundo fue creado. Por
ejemplo, las heroicas Ilíada y Odisea empequeñecían a la Teogonía y los himnos homéricos tanto en extensión
como en popularidad. Bajo la influencia de Homero el culto
heroico llevó a una reestructuración de la vida
espiritual, expresada en la separación del reino de los dioses del reino de los
(héroes) muertos, es decir, los ctónicos de los olímpicos.18 En los Trabajos y días Hesíodo hace uso de un esquema de cuatro edades del hombre (o razas): de
oro, de plata, de bronce y de hierro. Estas razas o edades son creaciones
separadas de los dioses, correspondiendo la edad dorada al reinado de Crono y siendo las siguientes razas creación de Zeus. Hesíodo intercala la edad (o raza) de
los héroes justo tras la edad de bronce. La
última edad fue la de hierro, durante la
cual vivió el propio poeta, que la consideraba la peor y explicaba la presencia
del mal mediante el mito de Pandora, quien
derramó de la jarra todas las mejores características humanas salvo la
esperanza.19 En Las metamorfosis Ovidio sigue el concepto de Hesíodo de las cuatro edades.20
[editar]La edad de los dioses
[editar]Cosmogonía y cosmología
Amor Vincit Omnia (‘Amor lo conquista todo’), una representación del dios del amor,Eros, por Caravaggio, c. 1601–1602.
Los «mitos de origen» o «mitos de creación»
representan un intento por hacer comprensible el universo en términos humanos y
explicar el origen del mundo.21 La versión más ampliamente aceptada en la época, si bien un relato
filosófico del comienzo de las cosas, es la recogida por Hesíodo en su Teogonía. Empieza con el Caos,
un profundo vacío. De éste emergió Gea (la Tierra) y algunos
otros seres divinos primordiales: Eros (Amor), el Abismo (Tártaro)
y el Érebo.22 Sin ayuda masculina, Gea dio a luz aUrano (el Cielo), que entonces la fertilizó. De esta unión nacieron primero los Titanes: Océano, Ceo, Crío, Hiperión, Jápeto, Tea,Rea, Temis, Mnemósine, Febe, Tetis y Crono.
Tras éste, Gea y Urano decretaron que no nacerían más Titanes, de forma que
siguieron los Cíclopes de un solo ojo y los Hecatónquiros o Centimanos. Crono («el más joven, de mente retorcida, el más terrible de
los hijos [de Gea]»)22 castró a su padre y se convirtió en el gobernante de los dioses con su
hermana y esposa Rea como consorte y los otros Titanes como su corte.
El tema de conflicto padre-hijo se repitió cuando
Crono se enfrentó con su hijo, Zeus.
Tras haber traicionado a su padre, Crono temía que su descendencia hiciera lo
mismo, por lo que cada vez que Rea daba a luz un hijo, él lo secuestraba y se
los tragaba. Rea lo odiaba y lo engañó escondiendo a Zeus y envolviendo una
piedra en pañales, que Crono se tragó. Cuando Zeus creció, dio a su padre una
droga que lo obligó a vomitar a sus hermanos y a la piedra, que habían
permanecido en el estómago de Crono todo el tiempo. Zeus luchó entonces contra
él por el trono de los dioses. Al final, con la ayuda de los Cíclopes (a
quienes liberó del Tártaro), Zeus y sus hermanos lograron la victoria,
condenando a Crono y los Titanes a prisión en el Tártaro.23
Zeus sufrió la misma preocupación y, después de que
fuera profetizado que su primera esposa Metis daría a luz un dios «más grande que él», se la tragó. Sin embargo Metis ya
estaba encinta de Atenea y esto lo entristeció
hasta que ésta brotó de su cabeza, adulta y vestida para la guerra. Este
«renacimiento» de Atenea fue usado como excusa para explicar por qué no fue
derrocado por la siguiente generación de dioses, al tiempo que explica su
presencia. Es probable que los cambios culturales ya en progreso absorbieran el
arraigado culto local de Atenea en Atenas dentro del cambiante panteón olímpico
sin conflicto porque no podía ser derrocado.[cita requerida]
El pensamiento griego antiguo sobre poesía consideraba
la teogonía como el género poético prototípico —el mythos prototípico— y le atribuía poderes casi
mágicos. Orfeo, el poeta arquetípico, era también el arquetipo de cantante de teogonías, que usaba para calmar mares y tormentas en las Argonáuticas de Apolonio, y para
conmover los pétreos corazones de los dioses del inframundo en su descenso al Hades. Cuando Hermes inventa la lira en el Himno homérico a Hermes, lo primero que hace es
cantar el nacimiento de los dioses.24 La Teogonía de Hesíodo no es sólo el
relato sobre los dioses conservado más completo, sino también el relato
conservado más completo de la función arcaica de los poetas, con su larga
invocación preliminar a las Musas.
La teogonía fue también el tema de muchos poemas hoy perdidos, incluyendo los
atribuidos a Orfeo, Museo, Epiménides, Abaris y otros legendarios videntes, que se usaban en rituales privados de
purificación y en ritos
mistéricos. Hay indicios de que Platón estaba familiarizado con alguna versión de la teogonía órfica.25 Sin embargo, se esperaba silencio sobre estos ritos y creencias religiosas,
y que los miembros de la secta no hablasen sobre su naturaleza mientras
creyesen en ellos. Después de que dejaran de ser creencias religiosas, pocos
sabían sobre estos ritos y rituales. A menudo existieron alusiones, sin
embargo, a aspectos que eran bastante públicos.
Existieron imágenes sobre cerámicas y obras religiosas
que fueron interpretados o más probablemente malinterpretados en muchos mitos y
leyendas diferentes. Unos pocos fragmentos de estas obras se conservan en citas
de filósofos neoplatónicos y fragmentos de papiro recientemente
desenterrados. Uno de estos fragmentos, el papiro de Derveni,
demuestra actualmente que al menos en el siglo V a. C. existía un
poema teogónico-cosmogónico de Orfeo. Este poema intentaba superar a la Teogonía de Hesíodo y la genealogía de los dioses
se ampliaba con Nix (la Noche) como un comienzo definitivo antes de Urano, Crono y Zeus.26 25 La Noche y la Oscuridad podían equipararse al Caos.
Los primeros cosmólogos filosóficos reaccionaron
contra, o a veces se basaron en, las concepciones míticas populares que habían
existido en el mundo griego por algún tiempo. Algunas de estas concepciones
populares pueden ser deducidas de la poesía de Homero y Hesíodo. En Homero, la
Tierra era vista como un disco plano flotando en el río de Océano y dominado por un cielo semiesférico con sol, luna y estrellas. El Sol (Helios) cruzaba los cielos como auriga y
navegaba alrededor de la Tierra en una copa dorada por la noche. Podían
dirigirse oraciones y prestar juramentos por el sol, la tierra, el cielo, los
ríos y los vientos. Las fisuras naturales se consideraban popularmente entradas
a la morada subterránea de Hades, hogar de los muertos.2 27
[editar]El panteón griego
I.
Según la mitología clásica, tras el derrocamiento de
los Titanes el nuevo panteón de dioses y diosas fue confirmado. Entre los principales dioses griegos estaban los olímpicos,
residiendo sobre el Olimpo bajo la mirada de Zeus.
(La limitación de su número a doce parece haber sido una idea comparativamente
moderna.) Aparte de estos, los griegos adoraban a diversos dioses rupestres, al
semidiós rústico Pan, las ninfas —náyades que moraban en las fuentes, dríades en los árboles y nereidas en el mar—, dioses-río, sátiros y otros. Además, había poderes oscuros del inframundo, como las Erinias (o Furias), que se decía que perseguían a los culpables de crímenes contra
los parientes. Para honrar al antiguo panteón griego, los poetas compusieron los himnos
homéricos (un conjunto de 33 canciones).30 Gregory Nagy considera a «los más extensos himnos homéricos como simples preludios
(comparados con la Teogonía), cada uno de los cuales invoca a un
dios».31
En la amplia variedad de mitos y leyendas que forman
la mitología griega, las deidades que eran nativas de los pueblos griegos se
describían como esencialmente humanas pero con cuerpos ideales. Según Walter Burkert la característica definitoria del antropomorfismo griego es que «los dioses
griegos son personas, no abstracciones, ideas o conceptos».32 Con independencia de sus formas esenciales, los antiguos dioses griegos
tienen muchas habilidades fantásticas, siendo la más importante ser inmunes a
las enfermedades y poder resultar heridos sólo bajo circunstancias altamente
inusuales. Los griegos consideraban la inmortalidad como característica
distintiva de los dioses; inmortalidad que, al igual que su eterna juventud,
era asegurada mediante el constante uso de néctar y ambrosía,
que renovaba la sangre divina en sus venas.33
Cada dios desciende de su propia genealogía, persigue
intereses diferentes, tiene una cierta área de su especialidad y está guiado
por una personalidad única; sin embargo, estas descripciones emanan de una
multitud de variantes locales arcaicas, que no siempre coinciden entre ellas.
Cuando se aludía a estos dioses en la poesía, la oración o los cultos, se hacía
mediante una combinación de su nombre y epítetos, que los
identificaban por estas distinciones del resto de sus propias manifestaciones
(por ejemplo Apolo Musageta era ‘Apolo [como] jefe de las Musas’). Alternativamente el epíteto puede identificar
un aspecto particular o local del dios, a veces se cree que arcaico ya durante
la época clásica de Grecia.
La mayoría de los dioses estaban relacionados con
aspectos específicos de la vida. Por ejemplo, Afrodita era la diosa del amor y la belleza, mientras Ares era el dios de la
guerra, Hades el de los muertos y Atenea la diosa de la sabiduría
y el valor.34 Algunas deidades como Apolo y Dioniso revelaban personalidades complejas y mezcolanza de funciones, mientras
otros como Hestia (literalmente ‘hogar’) y
Helios (literalmente ‘sol’) eran poco más que personificaciones. Los templos más impresionantes tendían a estar dedicados a un número limitado de
dioses, que fueron el centro de grandes cultos panhelénicos. Era sin embargo
común que muchas regiones y poblaciones dedicasen sus propios cultos a dioses
menores. Muchas ciudades también honraban a los dioses más conocidos con ritos
locales característicos y les asociaban extraños mitos desconocidos en los
demás lugares. Durante la era heroica, el culto a los héroes (o semidioses)
complementó a la de los dioses.
[editar]La edad de los dioses y
los mortales
Uniendo la edad en la que los dioses vivían solos y la
edad en la que la interferencia divina en los asuntos humanos era limitada
había una edad de transición en la que los dioses y los mortales se mezclaban
libremente. Fueron estos los primeros días del mundo, cuando los grupos se
mezclaban más libremente de lo que lo harían luego. La mayoría de estas
historias fueron luego narradas por Ovidio en Las metamorfosis y se dividen a menudo en dos grupos temáticos: historias de amor e
historias de castigo.35
Las historias de amor solían incluir el incesto o la
seducción o violación de una mujer mortal por parte de un dios, resultando en
una descendencia heroica. Estas historias sugieren generalmente que las
relaciones entre dioses y mortales son algo a evitar, incluso las relaciones
consentidas raramente tienen finales felices.35 En unos pocos casos, una divinidad femenina se empareja con un hombre
mortal, como en el Himno homérico a Afrodita, donde la diosa yace
con Anquises concibiendo a Eneas.36
El segundo tipo de historias (las de castigo) trata de
la apropiación o invención de algún artefacto cultural importante, como cuando Prometeo roba el fuego a los dioses, cuando éste o Licaón inventa el sacrificio, cuando Tántalo roba néctar y ambrosía de la mesa de Zeus y los da a sus propios súbditos, revelándoles los
secretos de los dioses, cuando Deméter enseña la agricultura y los Misterios a Triptólemo,
o cuando Marsias inventa el aulos y se enfrenta en un concurso musical con Apolo. Ian Morris considera las aventuras de
Prometeo «un punto entre la historia de los dioses y la del hombre».37 Un fragmento de papiro anónimo, datado en el siglo III a. C.,
retrata vívidamente el castigo de Dioniso al rey de Tracia,Licurgo, cuyo
reconocimiento del nuevo dios llegó demasiado tarde, ocasionando horribles
castigos que se extendieron hasta la otra vida.38 La historia de la llegada de Dioniso para establecer su culto en Tracia fue
también el tema de una trilogía esquiliana.39 En otra tragedia, Las bacantes de Eurípides, el rey de Tebas, Penteo, es castigado
por Dioniso por haber sido irrespetuoso con él y espiado a las Ménades, sus
adoradoras.40
En otra historia, basada en un antiguo tema folclórico41 y reflejando otro tema parecido, Deméter estaba buscando a su hija Perséfone tras haber tomado la forma de una anciana llamada Doso y recibió la hospitalaria bienvenida de Céleo, el rey de Eleusis en Ática.
Como regalo para Céleo por su hospitalidad, Deméter planeó hacer inmortal a su
hijo Demofonte, pero no pudo completar el ritual porque su
madre Metanira la sorprendió poniendo al niño en el fuego y chilló asustada, lo que
enfureció a Deméter, quien lamentó que los estúpidos mortales no entendiesen el
ritual.42
[editar]La edad heroica
La época en la que vivieron los héroes se conoce como edad heroica.43 La poesía épica y genealógica creó ciclos de historias agrupadas en torno a
héroes o sucesos particulares y estableció las relaciones familiares entre los
héroes de las diferentes historias, organizando así las historias en secuencia.
Según Ken Dowden «hay incluso un efecto saga: podemos seguir los destinos de
algunas familias en generaciones sucesivas».16
Tras la aparición del culto heroico, los dioses y los
héroes constituyen la esfera sacra y son invocados juntos en los juramentos,
dirigiéndoseles oraciones.18 En contraste con la edad de los dioses, durante la heroica la relación de
héroes carece de forma fija y definitiva; ya no nacen grandes dioses, pero
siempre pueden surgir nuevos dioses del ejército de los muertos. Otra
importante diferencia entre el culto a los héroes y a los dioses es que el
héroe se convierte en el centro de la identidad del grupo local.18
Los sucesos monumentales de Heracles se consideran el comienzo de la edad de los héroes. También se adscriben a
ella tres grandes sucesos: la expedición argonáuticay las
guerras de Tebas y Troya.43 44
[editar]Heracles y los Heráclidas
Algunos investigadores creen45 que tras la complicada mitología de Heracles probablemente hubo un hombre real, quizás un cacique-vasallo del reino de Argos. Otros
sugieren que la historia de Heracles es una alegoría del paso anual del sol por
las doce constelaciones del zodiaco.46 Y otros señalan mitos anteriores de otras culturas, mostrando la historia
de Heracles como una adaptación local de mitos heroicos ya bien asentados.
Tradicionalmente Heracles era el hijo de Zeus y Alcmena, nieta dePerseo.47 Sus fantásticas hazañas en solitario, con sus muchos temas folclóricos,
proporcionaron mucho material a las leyendas populares. Es retratado como un
sacrificador, mencionado como fundador de los altares e imaginado como un
comensal voraz, papel éste en el que aparece en las comedias, mientras su
lamentable final proporcionó mucho material para las tragedias:Heracles es considerada por Thalia Papadopoulou «una obra de gran importancia para
el examen de otros dramas euripideos».4849 En el arte y la literatura Heracles era representado como un hombre
enormemente fuerte de altura moderada, siendo su arma característica el arco
pero también frecuentemente la clava. Las vasijas pintadas demuestran la popularidad
inigualable de Heracles, apareciendo su lucha con el león muchos cientos de
veces.48
Heracles también entró en la mitología y el culto
etruscos y romanos, y la exclamación mehercule se hizo tan familiar a los romanos como Herakleis lo fue para los griegos.48 En Italia fue adorado como un dios de los mercaderes y el comercio, si bien otros
también le rezaban por sus dones característicos de buena suerte y rescate del
peligro.47
Heracles logró el más alto prestigio social mediante
su puesto de ancestro oficial de los reyes dorios. Esto sirvió probablemente como
legitimación para las migraciones dorias al Peloponeso. Hilo,
el héroe epónimo de una tribu doria, se convirtió en unHeráclida, nombre
que recibían los numerosos descendientes de Heracles, entre los que se contaban Macaria, Lamos, Manto,Bianor, Tlepólemo y Télefo.
Estos Heráclidas conquistaron los reinos peloponesos de Micenas, Esparta y Argos, reclamando según la leyenda el derecho a gobernarlos debido a su
ascendencia. Su ascenso al poder se denomina frecuentemente «invasión doria». Los
reyes lidios y más tarde los macedonios, como gobernantes del mismo rango,
también pasaron a ser Heráclidas.48 50
Otros miembros de la primera generación de héroes,
como Perseo, Deucalión, Teseo y Belerofonte,
tienen muchos rasgos en común con Heracles. Como él, sus hazañas son en
solitario, fantásticas y bordeando el cuento de hadas,
pues mataron monstruos como la Quimera y la Medusa.
Enviar a un héroe a una muerte segura es también un tema frecuente en esta
primera tradición heroica, como en los casos de Perseo y Belerofonte.51
[editar]Los argonautas
La única épica helenística conservada, las Argonáuticas de Apolonio de Rodas (poeta épico,
investigador y director de la Biblioteca de Alejandría) narra el mito del viaje deJasón y los Argonautas para recuperar el vellocino de oro de la mítica tierra de Cólquida. En las Argonáuticas Jasón es empujado a su búsqueda por el rey Pelias, quien recibe
una profecía sobre un hombre con una sandalia que sería su némesis. Jasón
pierde una sandalia en un río, llegando a la corte de Pelias e iniciando así la
épica. Casi todos los miembros de la siguiente generación de héroes, además de
Heracles, fueron con Jasón en el Argo para buscar el vellocino de oro. Esta generación también incluía a Teseo, que fue a Creta a matar al Minotauro, a la
heroína Atalanta y a Meleagro,
que una vez tuvo un ciclo épico propio que rivalizaba con la Ilíada y la Odisea. Píndaro, Apolonio y
Apolodoro se esforzaron en dar listas completas de los Argonautas.52
Aunque Apolonio escribió su poema en el siglo
III a. C., la composición de la historia de los Argonautas
es anterior a la Odisea, que muestra familiaridad con las hazañas
de Jasón (las andanzas de Odiseo pueden haber estado parcialmente basadas en
ellas).53 54 En épocas antiguas la expedición se consideraba un hecho histórico, un
incidente en la apertura del mar Negro al comercio y la colonización griegas.53 También fue extremadamente popular, constituyendo un ciclo al que se
adjuntaron muchas leyendas locales. En particular, la historia de Medea cautivó
la imaginación de los poetas trágicos.54
[editar]La casa de Atreo y el
ciclo tebano
Entre el Argo y la Guerra de Troya hubo una generación conocida principalmente por sus
horrendos crímenes. Éstos incluyen los hechos de Atreo y Tiestes en Argos. Tras el mito de la casa de Atreo (una de las dos principales
dinastías heroicas junto con la casa de Lábdaco) está el
problema de la devolución de poder y la forma de ascensión al trono. Los
gemelos Atreo y Tiestes con sus descendientes jugaron el papel protagonista en
la tragedia de la devolución de poder en Micenas.55
El ciclo tebano trata de los sucesos relacionados
especialmente con Cadmo, el fundador de la ciudad, y
posteriormente con los hechos de Layo y Edipo en Tebas, una serie de historias que llevaron al saqueo final de la ciudad
a manos de Los siete contra Tebas y los Epígonos.56 (No se sabe si figuraban en la épica original.) En lo referente a Edipo,
los relatos épicos antiguos parecen dejarle seguir gobernando en Tebas tras la
revelación de que Yocasta era su madre, y desposando luego a una segunda esposa que se convirtió en
madre de sus hijos, lo que resulta muy diferente a la historia que conocemos
por las tragedias (por ejemplo, el Edipo rey de Sófocles) y los relatos mitológicos posteriores.56
La mitología griega culmina en la Guerra de Troya, la
lucha entre los griegos y los troyanos, incluyendo sus causas y
consecuencias. En las obras de Homero las principales historias ya han tomado
forma y sustancia, y los temas individuales fueron elaborados más tarde,
especialmente en los dramas griegos. La Guerra de Troya atrajo también gran interés
en la cultura romana debido a la historia del
héroe troyano Eneas, cuyo viaje desde Troya llevó a la
fundación de la ciudad que un día se convertiría en Roma, recogida por Virgilio
en la Eneida (cuyo Libro II contiene
el relato más conocido del saqueo de Troya).57 58Finalmente hay dos
pseudo-crónicas escritas en latín que pasaron bajo los nombre de Dictis
Cretense y Dares Frigio.59
El ciclo de la Guerra de Troya,
una colección de poemas épicos,
comienza con los sucesos que desencadenaron la guerra: Erisy
la manzana
dorada ‘para la más bella’ (kallisti), el juicio
de Paris, el rapto de Helena y el sacrificio de Ifigenia en Áulide.
Para rescatar a Helena, los griegos organizaron una gran expedición bajo el
mando del hermano de Menelao, Agamenón,
rey de Argos o Micenas, pero los troyanos se negaron a liberarla. La Ilíada, que se desarrolla en el décimo año de la guerra, cuenta la disputa de
Agamenón con Aquiles, que era el mejor guerrero griego, y las consiguientes
muertes en batalla del amigo de Aquiles,Patroclo, y del hijo
mayor de Príamo, Héctor. Tras la
muerte de éste se unieron a los troyanos dos exóticos aliados: Pentesilea, reina de
las Amazonas,
y Memnón,
rey de los etíopes e hijo de la diosa de la aurora Eos.58 Aquiles mató a ambos, pero Paris logró entonces matarlo con una flecha en
el talón, la única parte de su cuerpo vulnerable a las armas humanas. Antes de
que pudieran tomar Troya, los griegos tuvieron que robar de la ciudadela la
imagen de madera de Palas Atenea (el Paladio).
Finalmente, con la ayuda de Atenea construyeron el caballo
de Troya. A pesar de las advertencias de la hija de Príamo,Casandra, los
troyanos fueron convencidos por Sinón, un griego que
había fingido su deserción, para llevar el caballo dentro de las murallas de
Troya como ofrenda para Atenea. El sacerdote Laocoonte, que
intentó destruir el caballo, fue muerto por serpientes marinas. Al anochecer la
flota griega regresó y los guerreros del caballo abrieron las puertas de la
ciudad. En el completo saqueo que siguió, Príamo y sus restantes hijos fueron
asesinados, pasando las mujeres troyanas a ser esclavas en varias ciudades de
Grecia. Los aventurados viajes de regreso de los líderes griegos (incluyendo
los vagabundeos de Odiseo y Eneas, y el asesinato
de Agamenón) fueron narrados en dos épicas, los Regresos (Nostoi, hoy perdida) y la Odisea de Homero.57 El ciclo troyano también incluye las aventuras de los hijos de la
generación troyana (por ejemplo Orestes y Telémaco).58
El ciclo troyano proporcionó una variedad de temas y
se convirtió en una fuente principal de inspiración para los antiguos artistas
griegos (por ejemplo, las metopas delPartenón representando el saqueo de Troya). Esta preferencia artística por los temas
procedentes del ciclo troyano indica su importancia para la antigua
civilización griega.57 El mismo ciclo mitológico también inspiró una serie de obras literarias
europeas posteriores. Por ejemplo, los escritores europeos medievales troyanos,
desconocedores de la obra de Homero, hallaron en la leyenda de Troya una rica
fuente de historias heroicas y románticas y un marco adecuado en el que encajar
sus propios ideales cortesanos y caballerescos. Autores del siglo XII, como Benoît de Sainte-Maure (Poema de Troya,
1154–60) y José Iscano (De
bello troiano, 1183) describen la guerra mientras reescriben la
versión estándar que encontraron en Dictis y Dares, siguiendo así el consejo de Horacio y el ejemplo de Virgilio: reescribir un poema de Troya en lugar de contar
algo completamente nuevo.60
[editar]Concepciones griegas y
romanas de los mitos
La mitología estaba en el corazón de la vida cotidiana
en la antigua Grecia.61 Los griegos consideraban la mitología una parte de su historia. Usaban los
mitos para explicar fenómenos naturales, diferencias culturales, enemistades y
amistades tradicionales. Era una fuente de orgullo ser capaz de seguir la
ascendencia de los propios dirigentes hasta un héroe mitológico o un dios.
Pocos dudaban de la base real del relato de la Guerra de Troya en la Ilíada y la Odisea. Según Victor Davis
Hanson y John Heath el conocimiento profundo de la épica homérica era
considerado por los griegos la base de su culturización. Homero era la
«educación de Grecia» (Ἑλλάδος παίδευσις) y su poesía «el Libro».62
[editar]Filosofía y mitología
Platón en el fresco de Rafael La
escuela de Atenas (probablemente con la apariencia de Leonardo
da Vinci). El filósofo excluyó el estudio de Homero, las tragedias y
las tradiciones mitológicas en las relaciones de su utópica República.
Tras el auge de la filosofía, la historia, la prosa y
el racionalismo a finales del siglo V a. C. el destino de los mitos se volvió
incierto y las genealogías mitológicas dieron lugar a una concepción de la
historia que intentó excluir lo supernatural (tales como la historia tucididiana).63 Mientras los poetas y dramaturgos estaban reelaborando los mitos, los
historiadores y filósofos griegos estaban empezando a criticarlos.6
Unos pocos filósofos radicales como Jenófanes de Colofón estaban ya comenzando a etiquetar las historias de los poetas
como mentiras blasfemas en el siglo VI a. C.: Jenófanes se había
quejado de que Homero y Hesíodo atribuyesen a los dioses «todo lo que es
vergonzoso y desgraciado entre los hombres: el robo, la comisión de adulterios
y el engaño mutuo».64 Esta línea de pensamiento encontró su expresión más dramática en La
República y las Leyes de Platón,
quien creó sus propios mitos alegóricos (como el de Er en La República) atacando los relatos tradicionales de los engaños, robos y adulterios
divinos como inmorales y oponiéndose a su papel central en la literatura.6 La crítica de Platón fue el primer desafío serio a la tradición mitológica
homérica,62 refiriéndose a los mitos como «parloteo de mujeres viejas».65 Por su parte Aristóteles criticó el enfoque filosófico presocrático cuasi-mitológico y subrayó que
«Hesíodo y los escritores teológicos estaban preocupados sólo por que les
parecía plausible y no tenían respeto por nosotros [...] Pero no merece la pena
tomar en serio a escritores que alardean en el estilo mitológico; respecto a
aquellos que proceden a demostrar sus afirmaciones debemos reexaminarlos».63
Sin embargo, ni siquiera Platón logró destetar a su
sociedad de la influencia de los mitos: su propia caracterización de Sócratesestá basada
en los patrones tradicionales homéricos y trágicos, usados por el filósofo para
alabar la recta vida de su maestro:
Quizá alguno de vosotros, en su interior, me esté recriminando: «¿No te
avergüenza, Sócrates, verte metido en estos líos a causa de tu ocupación, que
te está llevando al extremo de hacer peligrar tu propia vida?»
A éstos les respondería, y muy convencido por cierto: «Te equivocas completamente, amigo mío; un hombre con un mínimo de valentía no debe estar preocupado por esos posibles riesgos de muerte, sino que debe considerar sólo la honradez de sus acciones, si son fruto de un hombre justo o injusto. Pues, según tu razonamiento, habrían sido vidas indignas las de aquellos semidioses que murieron en Troya, sobre todo el hijo de la diosa Tetis, para quien contaba tan poco la muerte, si había que vivir vergonzosamente; éste despreciaba tanto los peligros que, en su ardiente deseo de matar a Héctor para vengar la muerte de su amigo Patroclo, no hizo caso a su madre, la diosa, cuando le dijo: “Hijo mío, si vengas la muerte de tu compañero Patroclo y matas a Héctor, tú mismo morirás, pues tu destino está unido al suyo”. Al contrario, tuvo a poco la muerte y el peligro y, temiendo mucho más el vivir cobardemente que el morir por vengar a un amigo, replicó: “Prefiero morir aquí mismo, después de haber castigado al asesino, que seguir vivo, objeto de burlas y desprecios, siendo carga inútil de la tierra, arrastrándome junto a las cóncavas naves”. ¿Se preocupó, pues, de los peligros y de la muerte?»66
A éstos les respondería, y muy convencido por cierto: «Te equivocas completamente, amigo mío; un hombre con un mínimo de valentía no debe estar preocupado por esos posibles riesgos de muerte, sino que debe considerar sólo la honradez de sus acciones, si son fruto de un hombre justo o injusto. Pues, según tu razonamiento, habrían sido vidas indignas las de aquellos semidioses que murieron en Troya, sobre todo el hijo de la diosa Tetis, para quien contaba tan poco la muerte, si había que vivir vergonzosamente; éste despreciaba tanto los peligros que, en su ardiente deseo de matar a Héctor para vengar la muerte de su amigo Patroclo, no hizo caso a su madre, la diosa, cuando le dijo: “Hijo mío, si vengas la muerte de tu compañero Patroclo y matas a Héctor, tú mismo morirás, pues tu destino está unido al suyo”. Al contrario, tuvo a poco la muerte y el peligro y, temiendo mucho más el vivir cobardemente que el morir por vengar a un amigo, replicó: “Prefiero morir aquí mismo, después de haber castigado al asesino, que seguir vivo, objeto de burlas y desprecios, siendo carga inútil de la tierra, arrastrándome junto a las cóncavas naves”. ¿Se preocupó, pues, de los peligros y de la muerte?»66
Hanson y Heath estiman que el rechazo de Platón de la
tradición homérica no fue recibido favorablemente por la base de la
civilización griega.62 Los viejos mitos se mantuvieron vivos en cultos locales y siguieron
influyendo en la poesía y constituyendo el tema principal de la pintura y la
escultura.63
Más deportivamente, el escritor de tragedias del siglo V a. C., Eurípides, jugó
frecuentemente con las viejas tradiciones, burlándose de ellas e infundiendo
notas de duda a través de la voz de sus personajes, si bien los temas de sus
obras fueron tomados, sin excepción, de los mitos. Muchas de estas obras fueron
escritas en respuesta a la versión de un predecesor del mismo o parecido mito.
Eurípides impugna principalmente los mitos sobre los dioses y comienza su
crítica con una objeción parecida a una previamente expresada por Jenócrates: los dioses,
como se representaban tradicionalmente, son demasiado insensiblemente antropomórficos.64
[editar]Racionalismo helenístico
y romano
Cicerón se veía como el defensor del orden establecido, a pesar de su escepticismo
personal respecto a los mitos y su inclinación hacia concepciones más
filosóficas de la divinidad.
Durante el período
helenístico, la mitología adquirió el prestigio de conocimiento
elitista que señalaba a sus poseedores como pertenecientes a cierta clase. Al
mismo tiempo, el giro escéptico de la edad clásica se hizo incluso más
pronunciado.67 El mitógrafo griego Evémero fundó la tradición de buscar una base histórica real para los seres y
sucesos mitológicos.68 Aunque su obra original (Escrituras sagradas) se ha perdido, se sabe
mucho de ella por lo que registraron Diodoro Sículo y Lactancio.5
Las hermenéuticas racionalizadoras de la mitología se hicieron aún más populares bajo el Imperio romano,
gracias a las teorías fisicalistas de la filosofía estoica y epicúrea.
Los estoicos presentaban explicaciones de los dioses y los héroes como
fenómenos físicos, mientras los evemeristas los racionalizaban como personajes históricos. Al mismo tiempo, los
estoicos y losneoplatónicos promovían los significados morales de la tradición mitológica, basados a
menudo en las etimologías griegas.69Mediante su
mensaje epicúreo, Lucrecio había buscado expulsar los temores supersticiosos de las mentes de sus
conciudadanos.70 Livio también fue escéptico respecto a la tradición mitológica y afirmaba que no
intentaba enjuiciar tales leyendas (fabulae).67 El desafío para los romanos con un fuerte sentido apologético de la tradición religiosa era defender esa
tradición mientras concedían que a menudo era un caldo de cultivo para la
superstición. El anticuario Varrón, que consideraba la religión una institución
humana de gran importancia para la preservación del bien en la sociedad, dedicó
rigurosos estudios a los orígenes de los cultos religiosos. En su Antiquitates Rerum Divinarum (que no se conserva,
aunque La ciudad de Dios de Agustínseñala
su enfoque general) Varrón argumenta que mientras el hombre supersticioso teme
a los dioses, la auténtica persona religiosa los venera como a padres.70 En su obra distinguía tres tipos de dioses:
1. Dioses de la naturaleza:
personificaciones de fenómenos tales como la lluvia y el fuego.
2. Dioses de los poetas:
inventados por bardos sin escrúpulos para incitar las pasiones.
3. Dioses de la ciudad:
inventados por sabios legisladores para tranquilizar e iluminar al pueblo.
El académico romano Cotta ridiculizó tanto la
aceptación literal de los mitos como la alegórica, declarando rotundamente que
no tenían lugar en la filosofía.67 Cicerón desdeñaba generalmente los mitos, pero —como Varrón— hacía énfasis en su
apoyo a la religión estatal y sus instituciones. Es difícil saber cuán bajo se
extendía este racionalismo en la escala social.67 Cicerón afirma que nadie (ni siquiera las viejas y los niños) es tan tonto
como para creer en los terrores del Hades o la existencia de Escila, los centauros u otras criaturas compuestas,71pero por
otra parte el orador se queja el resto del tiempo del carácter supersticioso y
crédulo de la gente.72 De
natura deorum es el resumen más exhaustivo de Cicerón de
esta línea de pensamiento.70
[editar]Tendencias sincréticas
En la religión romana el
culto del dios griego Apolo (copia romana antigua de un original griego del
siglo IV, Museo del Louvre)
fue combinado con el culto de Sol Invictus. La adoración de Sol como protector
especial de los emperadores y del imperio permaneció como principal culto imperial
hasta que fue reemplazado por elCristianismo.
En la Antigua Roma apareció una nueva mitología
romana gracias a la sincretización de numerosos
dioses griegos y de otras naciones. Esto ocurrió gracias a que los romanos
tenían poca mitología propia y la herencia de la tradición mitológica griega
provocó que los principales dioses romanos adoptasen rasgos de sus equivalentes
griegos.67 Los dioses Zeus y Júpiter son un ejemplo de este solapamiento mitológico. Además de la combinación de
dos tradiciones mitológicas, la relación de los romanos con religiones
orientales llevó a más sincretizaciones.73 Por ejemplo, el culto del Sol fue introducido en Roma tras las exitosas
campañas de Aureliano en Siria.
Las divinidades asiáticas Mitra (es decir, el Sol) y Baal fueron combinadas con Apolo y Helios en un solo Sol Invictus, con
ritos conglomerados y atributos compuestos.74 Apolo podía ser cada vez más identificado en la religión con Helios o
incluso con Dioniso, pero los textos recapitulando sus mitos rara vez
reflejaban estas evoluciones. La mitología literaria tradicional estaba cada
vez más disociada de las prácticas religiosas reales.
La colección de himnos órficos y las Saturnales de Macrobio,
conservadas desde el siglo II, también están influidas por las teorías
racionalistas y las tendencias sincréticas. Los himnos órficos son un conjunto
de composiciones poéticas preclásicas, atribuidas a Orfeo, a su vez objeto de
un renombrado mito. En realidad, estos poemas fueron probablemente compuestos
por varios poetas diferentes, y contienen un rico conjunto de indicios sobre la
mitología prehistórica europea.75 La intención declarada de la Saturnalia es transmitir la cultura helénica que había obtenido de sus lecturas,
incluso aunque mucho de su tratamiento de los dioses está contaminado por la
mitología y teología egipcia y norteafricana (que también afectan la
interpretación de Virgilio). En la Saturnalia reaparecen los comentarios mitográficos influenciados por los evemeristas,
estoicos y neoplatónicos.69
[editar]Interpretaciones modernas
La génesis de la moderna comprensión de la mitología
griega está considerada por algunos investigadores en una doble reacción de
finales del siglo XVIII contra «la tradicional actitud de animosidad cristiana»,
en la que la reinterpretación cristiana de los mitos como una «mentira» o fábula se había conservado.76 En Alemania, sobre 1795, hubo un creciente interés por Homero y la
mitología griega. En Gotinga Johann Matthias Gesner comenzó a revivir los
estudios griegos, mientras su sucesor, Christian Gottlob Heyne, trabajó con Johann Joachim Winckelmann y sentó las bases para la investigación mitológica tanto en Alemania como
en los demás lugares.77
[editar]Enfoques comparativo y
psicoanalítico
El desarrollo de la filología comparativa en el siglo XIX, junto con
los descubrimientos etnológicos del siglo XX, fundó la
ciencia de la mitología. Desde el Romanticismo todo el estudio de los mitos ha
sido comparativo. Wilhelm Mannhardt,
Sir James
Frazer yStith Thompson emplearon el enfoque comparativo para recolectar y clasificar los temas del
folclore y la mitología.78 En 1871Edward
Burnett Tylor publicó su Primitive Culture, en el que aplicó el
método comparativo e intentó explicar el origen y evolución de la religión.79 80 El procedimiento de Tylor de agrupar el material cultural, ritual y mítico
de culturas ampliamente separadas influyó tanto en Carl Jung como en Joseph Campbell. Max Müller aplicó la nueva ciencia de la mitología comparada al estudio de los mitos,
en los que detectó los restos distorsionados del culto
a la naturaleza ario. Bronisław
Malinowski enfatizó las formas en las que los mitos
cumplían funciones sociales comunes. Claude
Lévi-Strauss y otros estructuralistas han comparado las
relaciones formales y patrones en mitos de todo el mundo.78
Sigmund
Freud presentó una concepción transhistórica y
biológica del hombre y una visión del mito como expresión de ideas reprimidas.
La interpretación de los sueños es la base de la interpretación freudiana de
los mitos y su concepto de los sueños reconoce la importancia de las relaciones
contextuales para la interpretación de cualquier elemento individual de un
sueño. Esta sugerencia encontraría un importante punto de acercamiento entre
las visiones estructuralista y psicoanalista de los mitos en el pensamiento de
Freud.81 Carl Jung extendió el enfoque transhistórico y psicológico con su teoría
del «inconsciente colectivo» y los arquetipos (patrones
«arcaicos» heredados), a menudo codificados en los mitos, que surgen de ella.2 Según Jung, «los elementos estructurales que forman los mitos deben ser
presentados en la psique inconsciente».82 Comparando la metodología de Jung con la teoría de Joseph Campbell, Robert
A. Segal concluye que «para interpretar un mito Campbell simplemente identifica
los arquetipos en él. Una interpretación de la Odisea, por ejemplo, mostraría
cómo la vida de Odiseo se ajusta a un patrón heroico. Jung, por el contrario,
considera la identificación de arquetipos meramente el primer paso en la
interpretación de un mito».83 Károly
Kerényi, uno de los fundadores de los estudios modernos de la
mitología griega, abandonó sus primeros puntos de vista sobre los mitos para
aplicar las teorías de arquetipos de Jung a los mitos griegos.84
[editar]Teorías sobre sus orígenes
Hay varias teorías modernas sobre los orígenes de la
mitología griega. Según la teoría escritural, todas las leyendas
mitológicas proceden de relatos de los textos sagrados,
aunque los hechos reales han sido disfrazados y alterados.85 Según la teoría histórica todas las personas mencionadas en la mitología fueron una vez seres humanos
reales y las leyendas sobre ellas son meras adiciones de épocas posteriores.
Así, se supone que la historia de Eolo surgió del hecho de que
éste era el gobernante de algunas islas del mar Tirreno.85 La teoría alegórica supone que todos los mitos antiguos eran alegóricos y simbólicos. Mientras,
la teoría física se adhiere a la idea de que los elementos de aire, fuego y agua fueron
originalmente objetos de adoración religiosa, por lo que las principales
deidades eran personificaciones de estos poderes de la naturaleza.85 Max Müller intentó comprender una forma religiosa protoindoeuropea determinando su manifestación «original». En 1891, afirmó que «el
descubrimiento más importante que se ha hecho en el siglo XIX respecto a la
historia antigua de la humanidad [...] fue esta simple ecuación: Dyeus-pitar sánscrito=Zeus
griego=Júpiter latino=Tyr nórdico».79 En otros casos, los cercanos paralelismos en el carácter y la función
sugieren una herencia común, aunque la ausencia de evidencia lingüística haga
difícil probarla, como en la comparación entre Urano y el Varuna sánscrito o las Moiras y las Nornas.86 87
Por otra parte, la arqueología y la mitografía han
revelado que los griegos fueron inspirados por algunas civilizaciones de Asia Menor
y Oriente Próximo. Adonis parece ser el
equivalente griego —más claramente en los cultos que en los mitos— de un «dios
moribundo» de Oriente Próximo. Cibeles tiene sus raíces en la cultura anatolia mientras gran parte de la iconografía de Afroditasurge
de las diosas semíticas. Hay también posibles paralelismos entre las
generaciones divinas más antiguas (Caos y sus hijos) y Tiamat en el Enûma Elish.88 89 Según Meyer Reinhold, «los conceptos teogónicos de Oriente Próximo,
incluyendo la sucesión divina mediante la violencia y los conflictos
generacionales por el poder, hallaron su camino [...] a la mitología griega».90Además de
los orígenes indoeuropeos y de Oriente Próximo, algunos investigadores han
especulado sobre las deudas de la mitología griega con las sociedades
prehelénicas: Creta, Micenas, Pilos, Tebas y Orcómeno.91 Los historiadores de la religión estaban fascinados por varias
configuraciones de mitos aparentemente antiguas relacionadas con Creta (el dios
como toro, Zeus y Europa, Pasífae que yace con el toro y da a luz al Minotauro,
etcétera). El profesor Martin P. Nilsson concluyó que todos los grandes mitos griegos clásicos estaban atados a los
centros micénicos y anclados en épocas prehistóricas.92 Sin embargo, de acuerdo con Burkert la iconografía del periodo del palacio
cretense prácticamente no ha dado confirmación alguna a estas teorías.91
[editar]Temas en el arte y la
literatura occidentales
El nacimiento de Venus de Botticelli (c.1485–1486, óleo sobre lienzo, Galería Uffizi,
Florencia), una Venus Pudica revivida para un nuevo punto de vista de la antigüedad pagana. A menudo se
dice que epitoma para los espectadores modernos el espíritu del Renacimiento.2
La amplia adopción del Cristianismo no puso freno a la popularidad de los mitos. Con el redescubrimiento de la
antigüedad clásica en el Renacimiento, la
poesía de Ovidio se convirtió en una influencia importante para la imaginación
de los poetas, dramaturgos, músicos y artistas.2 93 Desde los primeros años del Renacimiento, artistas como Leonardo
da Vinci, Miguel Ángely Rafael retrataron los temas paganos de la mitología griega
junto a otros temas cristianos más convencionales.2 93 Mediante el latín y las obras de Ovidio, los mitos griegos influyeron a
poetas medievales y renacentistas como Petrarca, Boccaccio y Danteen
Italia.2
En el norte de Europa la mitología griega nunca
alcanzó la misma importancia en las artes visuales, pero su influencia sobre la
literatura fue muy obvia. La mitología griega prendió en la imaginación inglesa
de Chaucer y John
Milton y siguió a través deShakespeare hasta Robert Bridges en el siglo XX. Racine en Francia y Goethe en Alemania revivieron
el drama griego, reinterpretando los antiguos mitos.2 93 Aunque durante la Ilustración se extendió por toda Europa una reacción contra los mitos griegos, éstos
siguieron siendo una importante fuente de material para los dramaturgos,
incluyendo los autores de los libretos de muchas óperas de Händel y Mozart.93 Para finales del siglo XVIII el Romanticismo propició un aumento del entusiasmo por todo lo griego, incluyendo la
mitología. En Gran Bretaña, nuevas traducciones de las tragedias griegas y de
las obras de Homero inspiraron a poetas (como Alfred Tennyson, Keats, Byron y Shelley)
y pintores contemporáneos (como Lord Leighton y Lawrence
Alma-Tadema).93 Gluck, Richard
Strauss, Offenbach y muchos otros llevaron los temas mitológicos griegos a la música.2 Los autores estadounidenses del siglo XIX, como Thomas Bulfinch y Nathaniel
Hawthorne, sostuvieron que el estudio de los mitos clásicos era
esencial para la comprensión de la literatura inglesa y estadounidense.94 En épocas más recientes, los temas clásicos han sido reinterpretados por
los dramaturgos Jean Anouilh, Jean Cocteau y Jean
Giraudoux en Francia, Eugene O'Neill en Estados Unidos y T. S. Eliot en Gran Bretaña, y por novelistas como James Joyce y André
Gide.2
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